aca va un link que me paso Marco en donde yo pude verla:
http://www.teledocumentales.com/las-cinco-obstrucciones/
lunes, 28 de marzo de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
Louis I. Kahn. FORMA Y DISEÑO. (1961)
Light Matters: Louis Kahn and the Power of Shadow.
Un joven arquitecto me ha formulado esta pregunta: —Sueño con espacios maravillosos; espacios que surgen y se desarrollan fluidamente, sin comienzo ni fin, hechos de un material continuo, blanco y oro. ¿Por qué cuando trazo la primera línea sobre el papel, tratando de fijar el sueño, éste resulta desmerecido?
Un joven arquitecto me ha formulado esta pregunta: —Sueño con espacios maravillosos; espacios que surgen y se desarrollan fluidamente, sin comienzo ni fin, hechos de un material continuo, blanco y oro. ¿Por qué cuando trazo la primera línea sobre el papel, tratando de fijar el sueño, éste resulta desmerecido?
Es una pregunta interesante. He aprendido que
una buena pregunta tiene más valor que la más brillante de las respuestas. Esta
es una pregunta que se relaciona con lo mensurable y lo inconmensurable. La
naturaleza —la naturaleza física— es mensurable. Las emociones y la fantasía no
tienen medida, no tienen lenguaje, y los sueños de cada uno son distintos. Todo
lo que se hace, no obstante, obedece a las leyes de la naturaleza. El hombre es
siempre más grande que sus obras porque nunca puede expresar completamente sus
aspiraciones. Para expresarse a través de la música o de la arquitectura debe
recurrir a medios mensurables como la composición y el diseño. La primera línea
sobre el papel es ya una medida de lo que puede ser expresado cabalmente. La
primera línea sobre el papel es ya una limitación.
—Entonces —preguntó el joven arquitecto—,
¿cuál es la disciplina, cuál es el ritual que puede acercarnos a la psique?
Porque es en esta aura sin materia ni lenguaje donde siento que el hombre
verdaderamente es.
—Vuelva al Sentimiento, aléjese del
Pensamiento. En el Sentimiento está la Psique. El Pensamiento es el Sentimiento
más la presencia del Orden. El Orden, hacedor de toda existencia, no tiene
Voluntad de Ser. Prefiero la palabra Orden en lugar de Conocimiento, porque el
conocimiento personal no alcanza a expresar el pensamiento en forma abstracta.
Esta Voluntad de Ser está en la Psique. Todo lo que deseamos crear tiene su
principio, exclusivamente, en el sentimiento. Esto que es verdad para el
científico, lo es igualmente para el artista.
Pero le previne a mi interlocutor que contar
sólo con el Sentimiento e ignorar el Pensamiento significa no realizar.
Dijo el joven arquitecto: —Vivir y no
realizar es intolerable. Los sueños llevan implícitos la voluntad de ser y el
deseo de expresar esa voluntad. El Pensamiento es inseparable del Sentimiento.
¿De qué manera puede entonces el Pensamiento entrar a formar parte de la
creación, de modo que esta voluntad psíquica pueda ser más cabalmente expresada?
Esta es mi segunda pregunta.
—Cuando el sentir personal se trasciende en
la Religión (no en una religión, sino en la esencia de la religión) y el
Pensamiento nos lleva a la Filosofía, la mente se abre hacia la comprensión.
Comprensión de la virtual voluntad de ser de, digamos, determinados espacios
arquitectónicos. La comprensión es la combinación del Pensamiento y el Sentir
en un momento en que la mente se halla en una relación más estrecha con la
psique, origen de lo que una cosa quiere ser. Este es el comienzo de la Forma.
La Forma implica una armonía de sistemas, un sentido
del Orden y de lo que individualiza una existencia. La forma
no tiene figura ni dimensión. Por
ejemplo, "cuchara" (el concepto de cuchara) caracteriza una forma que
posee dos partes inseparables, — el mango y el receptáculo cóncavo— en tanto
que una cuchara implica un diseño específico hecho en plata o madera, grande o
pequeña, profunda o no.
La Forma es el "qué". El Diseño
es el "cómo". La Forma es impersonal, el Diseño
pertenece al diseñador. Diseñar es un acto circunstancial, depende del dinero
de que se disponga, del sitio, del cliente, de la capacitación. La Forma nada
tiene que ver con las condiciones circunstanciales. En arquitectura,
caracteriza una armonía de espacios adecuada para cierta actividad del hombre.
Reflexione entonces sobre lo que caracteriza
en abstracto los conceptos "casa", "una casa", o "el
hogar". "Casa" es el concepto abstracto de espacios convenientes
para vivir en ellos. "Casa"' es por lo tanto una forma mental, sin
configuración ni dimensión. "Una casa", en cambio, es una interpretación
condicionada de esos espacios. Esto último es diseño. En mi opinión, el valor
de un arquitecto depende más de su capacidad para aprehender la idea de
"casa", que de su habilidad para diseñar "una casa", que es
un acto determinado por las circunstancias. "El hogar" es la casa y
los ocupantes. "El hogar" varía de acuerdo con el ocupante.
El cliente para el que se diseña una casa
señala al arquitecto las superficies que necesita. El arquitecto crea espacios
a partir de estos requerimientos. Una casa creada de esta manera para una
familia determinada debe poseer la cualidad de servir también para otra
familia. De esta manera el diseño refleja
su fidelidad a la Forma.
Concibo a la escuela como un medio ambiente
constituido por espacios en los cuales se puede estudiar satisfactoriamente.
Las escuelas comenzaron con un hombre, que no sabía que era un maestro,
discutiendo bajo un árbol sus experiencias con unos pocos que ignoraban, a su
vez, que eran estudiantes. Estos últimos, reflexionando sobre lo que se había
discurrido y sobre lo útil que les había resultado la presencia de este hombre,
aspiraron entonces a que sus hijos también escucharan a un hombre semejante.
Pronto se erigieron los espacios necesarios y aparecieron las primeras
escuelas. La aparición de la escuela era inevitable porque formaba parte de los
deseos del hombre.
Es bueno para la mente volver a los
comienzos, porque el comienzo de toda actividad estable del hombre es su
momento más maravilloso. En él se encuentra todo su espíritu y toda su riqueza,
y es en él donde debemos buscar constantemente inspiración para resolver
nuestras necesidades actuales. Podemos contribuir al engrandecimiento de
nuestras instituciones brindándoles nuestro modo de sentir esa inspiración a
través de la arquitectura que le ofrecemos.
Reflexione entonces sobre el significado de
escuela, en contraste con el de una escuela o institución. La institución es la
autoridad que nos expone las necesidades a las que debemos responder. Una
escuela, un diseño específico, es lo que la institución espera de nosotros.
Pero Escuela —el espíritu Escuela, la esencia de la voluntad de ser— es lo que
el arquitecto debe expresar por medio de su diseño.
Esto es lo que distingue al arquitecto del
mero diseñador.
En la escuela como reino de los espacios
aptos para el estudio, el hall de entrada —que para la institución es sólo un
área de equis metros cuadrados por alumno— se convertiría en un generoso
espacio tipo Panteón que invitaría a los alumnos a entrar. Los corredores, de
dimensiones más amplias, abiertos hacia los jardines, quedarían transformados
en verdaderas aulas, propiedad de los estudiantes. En estos lugares los
muchachos se reunirían con las chicas y podrían discutir las clases de los
profesores. Si estos espacios fueran también utilizados en horas de clase, y no
solamente en los intervalos entre ellas, se convertirían en lugares de reunión,
ofreciendo así la oportunidad de intercambio y de estudio. En este sentido
vendrían a ser aulas de propiedad de los alumnos. Las aulas propiamente dichas
deberían reflejar su uso
Través de la variedad espacial y no mantener
una semejanza de dimensiones de tipo familiar, porque una de las más grandes
cualidades del maestro que enseñaba bajo el árbol era la de reconocer la
individualidad de cada hombre. Un maestro o un alumno que se encuentra en una
habitación frente a una chimenea, rodeado de poca gente, no es el mismo cuando
se halla en una gran habitación junto con muchas personas. ¿Puede estar el
comedor en un sótano, aunque el tiempo que allí se pase sea escaso? El momento
de descanso de la comida, ¿no es también parte de la enseñanza?
La comprensión de lo que caracteriza a los
espacios ideales para una escuela, por parte del instituto de enseñanza que la
requiere, obliga al arquitecto a enterarse de lo que la Escuela quiere ser, es decir, a tomar conciencia de la forma Escuela.
Ajustarse
a lo circunstancial es justamente el papel que compete al diseño.
Quiero decir algo más acerca de la diferencia
que existe entre forma y diseño, acerca de la concepción, acerca de los
aspectos mensurables y no mensurables de nuestro trabajo y de sus limitaciones.
Giotto fue un gran pintor. Porque fue un gran artista, pintó cielos diurnos de
color negro, pájaros que no podían volar, perros que no podían correr y hombres
más altos que las puertas. Un pintor tiene estas prerrogativas. No tiene por
qué responder a los problemas de la gravedad, ni considerar las imágenes tales
como las conocemos en la vida real. Como pintor, expresa una reacción frente a
la naturaleza, y, a través de sus ojos y sus reacciones, nos ilustra acerca de
la naturaleza del hombre. El escultor modifica el espacio con objetos que son
también expresión de sus reacciones frente a la naturaleza. No crea espacios,
los modifica. El arquitecto crea espacios.
Para el compositor, la hoja de música es un
registro visible de lo que oye. El proyecto de un edificio debe —del mismo
modo— poder leerse como una armonía de espacios iluminados. Cada espacio debe
ser definido por su estructura y por el carácter de su iluminación natural. Aun
un espacio concebido para permanecer a oscuras debe tener la luz suficiente
—proveniente de alguna misteriosa abertura— que nos muestre cuan oscuro es en
realidad. Por supuesto, no hablo de las pequeñas superficies que sirven a los
espacios mayores.
Un espacio arquitectónico debe revelar la
evidencia de su formación por el espacio en sí. No será en espacio cuando se lo
modele dentro de una estructura más grande concebida para un espacio mayor,
porque la elección dé la estructura es sinónimo de la elección de la luz que da
forma a ese espacio. La luz artificial es sólo un breve momento estático de la
luz; es la luz de la noche y nunca puede igualar a los matices creados por las
horas del día y la maravilla de las estaciones.
Un gran edificio debe comenzar con lo
inconmensurable; luego someterse a medios mensurables, cuando se halla en la
etapa de diseño, y al final debe ser nuevamente inconmensurable. El diseño
—hacer cosas— constituye un acto mensurable. En ese momento es como si el diseñador fuera la naturaleza
física misma, ya que en la naturaleza física todo es medible, aun lo que
todavía no se ha medido, como sucede con la distancia a las estrellas más
lejanas, que algún día, según suponemos, también podremos medir.
Lo
que es inconmensurable es el espíritu psíquico. La psique se expresa a través del
sentimiento y del pensamiento, y yo creo que siempre permanecerá
inconmensurable. Intuyo que la Voluntad
del Ser psíquica invoca a la
naturaleza para realizarse en lo que quiere ser. Yo pienso que una rosa quiere
ser una rosa. La Voluntad de Ser hombre se concreta en la existencia a través
de las leyes de la naturaleza y de la evolución. El resultado es siempre
inferior al espíritu de ser.
El Diseño
debe seguir estrechamente esa Voluntad. Por lo tanto un caballo
pintado a rayas no es una cebra.
Del mismo modo, un edificio ha de comenzar en un
aura inconmensurable y concretarse a través de lo mensurable. Es la única
manera en que podemos construir; la única manera de llegar a ser se concreta a
través de lo mensurable. Es necesario respetar las leyes, hasta que al final,
cuando el edificio pasa a ser algo vivo, evoca cualidades que son, nuevamente,
inconmensurables. El diseño, en cuanto implica cantidades de ladrillos, métodos
de construcción y de cálculo, ha finalizado; el espíritu de ser del edificio
ocupa entonces su lugar.
DE LA PEREZA, EL RECICLAJE, LAS MATEMÁTICAS ESCULTURALES Y EL INGENIO. Revista El Croquis Nº 94. Neutelings y Riedijk.
CERO
La pereza, uno de los siete pecados
capitales, es una de las conductas más útiles para un arquitecto. La
combinación de diligencia y ambición es muy peligrosa; la combinación de pereza
y ambición asegura un agradable equilibrio, que con frecuencia conduce a
resultados felices, porque compensar la pereza requiere la aplicación de
ingenio. En nuestros proyectos intentamos, con tremendo esfuerzo y diversos
grados de éxito, aplicar la pereza como metodología de diseño.
UNO
La primera y más efectiva forma de
aprovecharse de la pereza es utilizarla para hacer que un encargo desaparezca.
Aplicamos este método con bastante
regularidad, y con cierto éxito, aconsejando a los clientes que renuncien a un
proyecto; y es que los clientes, en particular los profesionales, ven la
construcción como un fin en si mismo, y como el único modo de crear valor
añadido. Por ejemplo, un espléndido edificio de oficinas de hace apenas veinte
años – que esta en un sitio fantástico, pero que se encuentra vacío porque el
inquilino desapareció tras una reorganización-, ya no “funciona”, como diría un
agente inmobiliario. Solo una total reconstrucción – que incluyese una fachada
cortina contemporánea- conseguiría invertir la situación e incrementar la
capacidad del edificio de atraer inquilinos. En esas circunstancias supone un
esfuerzo considerable convencer al cliente de que también podría merecer la
pena no hacer nada.
Esta situación, que se da con los clientes
privados, ocurre también desgraciadamente cada día mas en el caso de las
ciudades. Me parece que la única cura para frenar la atronadora avalancha de
mobiliario urbano cada vez mas festivo, las inimitables obras de arte publicas
y situaciones de trafico en constante cambio, y la sucesión de incomprensibles
planeamientos urbanos, seria el que los diseñadores holandeses tuvieran algo
mas de pereza.
DOS
La segunda forma de aprovechar la pereza es
reciclar edificios.
Persiguiendo
la construcción duradera, las autoridades locales de Holanda elaboran hoy en día
listas de materiales de construcción que pueden ser o no autorizados. La
selección se basa en un complicado cálculo del contenido energético del ciclo
de vida de cada material y en su posibilidad de reutilización.
Sorprendentemente estas listas olvidan la mejor forma posible de conseguir
durabilidad, que es no construir nada, o reutilizar un edificio entero. La
pereza puede ser un importante instrumento ecológico.
Al llevar a cabo el encargo de construir un
nuevo centro comercial en el Oostelijke Handelskade de Ámsterdam visitamos el
lugar y nos encontramos con que allí había un viejo almacén lleno de granos de
cacao. Desde el punto de vista arquitectónico, el almacén no tenía nada de
especial, pero su forma y carácter resultaba sumamente apropiado para servir de
centro comercial. La propuesta de re-programar el almacén existente fue
sorprendentemente bien recibida, ya que logro aunar a los conservacionistas y a
los partidarios de la larga vida, con los progresistas y los estetas. Para
nosotros el factor determinante fue que el marcado carácter del edificio
existente podía ser capaz de contrarrestar la inevitable banalidad inherente a
un centro comercial contemporáneo mucho mejor que cualquier diseño nuevo.
El servicio de correos belga compro un solar
sobre el que construir una nueva oficina de correos local. El solar discurre a
lo largo de la calle mayor del pueblo de Scherpenheuvel, un lugar de
peregrinación muy conocido. Cuando fuimos a ver el solar resulto que todavía tenía
una vieja casa de pueblo, que nos llamo inmediatamente la atención como la
única elección posible para el prototipo de una oficina de correos rural.
Cuando le enseñamos la maqueta del anteproyecto a nuestro cliente, se quedo
absolutamente sorprendido. Una vez que la casa en ruinas fue restaurada, hasta
recuperar su antiguo esplendor, no supuso ningún problema adaptarla como
oficina de correos tradicional, situando los mostradores de atención al publico
en la planta baja y la cantina para los carteros en el primer piso. Detrás de
esto se erigió una especie de bunker para Thunderbirds, con forma de colina en
pendiente, en cemento color barro, que sobresale suavemente en el patio
frontal. Esto facilitaba acomodo para el área de trabajo de oficina, el núcleo
de la actividad comercial: un lugar para descargar furgonetas de seguridad,
clasificar sacas y cargar las bicicletas de reparto.
La autoridad municipalidad de Sittard había
preparado un plan para una zona próxima al centro de la ciudad, que consistía
en un mosaico de casas del siglo XIX y enormes hayas. La intención era demoler
las villas y poner en su lugar un único complejo cerrado de bloques de
apartamentos de seis pisos. Aconsejamos a nuestro cliente, interesado uno de
los bloques, reducir la superficie de edificación y conservar una de las casas.
Los apartamentos, oficinas y aparcamientos cubiertos se podrían entonces
agrupar alrededor del espacioso jardín de la casa que se conservaba, mejorando
la calidad residencial del complejo. Cada unidad volcaría al tranquilo jardín
interior, accediéndose a la calle a través de un amplio corredor inferior. Esto
permitiría no tener puertas del lado de la calle, fomentando la creación de una
potente fachada urbana. El edificio quedaría dividido en tres partes, a la
manera clásica. En la parte inferior habría un zócalo, con tiendas y oficinas,
construido en las Ardenas. Encima quedaría la parte central del edificio, con
los apartamentos estándar, utilizando paneles de hormigón gris oscuro; y en la
cubierta, una sorprendente disposición de grandes áticos, que parecerían de
algún modo esculpidos en madera.
TRES
La tercera forma es aprovecharse de la pereza
es reciclar tipologías y conceptos.
La
historia de la arquitectura encierra una increíble riqueza de conceptos y
tipologías. Pero la arquitectura parece ser una de las pocas disciplinas que
parece no confiar en sus anteriores logros para sus nuevos desarrollos; más
bien procura su rechazo. La razón de esto me parece que reside en el descuido
de conceptos anteriores sobre la base del estilo, un tabú arquitectónico nunca
formulado explícitamente pero siempre inmanente. La reutilización de tipos
convincentes en versión contemporánea resulta un planteamiento más efectivo y
menos aburrido.
Nuestro objetivo al diseñar un centenar de
viviendas publicas en el centro de la ciudad de Gante fue proporcionar a la
gente que se pasaba veinticuatro horas al día en el caos urbano, la mismas
oportunidades de escapar que las que disfrutan aquellos que se van de la ciudad
a las cinco de la tarde para regresar al idilio de los suburbios exteriores. El
concepto del Beguinage medieval – un jardín patio alrededor del cual se vive y
se trabaja – suponía una solución muy oportuna. La planta dibuja la edificación
en dos bandas a lo largo de los bordes del solar, cerrando así un magnifico
patio abierto. Este patio solo es accesible desde la ciudad en un punto, lo que
le da una cierta sensación de enclave. Cientos de puertas se abren al patio.
Detrás de cada puerta hay un jardín rodeado por una tapia, al que da la casa.
Las salas de estar que se encuentran en el primer piso, miran al patio central.
Esto significa que el complejo ofrece una alternativa eficaz entre lo privado y
lo público, entre el pueblo y la ciudad, entre los grandes espacios abiertos y
los pequeños espacios cerrados, proporcionando así un entorno residencial
urbano atractivo.
El encargo que se nos planteo en un concurso
restringido para una Penitenciaria significaba que teníamos que imaginar una
nueva tipología de prisión. Pero la característica programática dominante en
una prisión ha permanecido inalterada desde el siglo XIX: y es la que de un
hombre debe poder ver la puerta de todas las celdas desde un único punto. Las
matemáticas de este requisito fijo son tales que solo hay dos posibles
configuraciones, ambas bien conocidas: el edificio debe ser, o bien circular, o
bien en forma de cruz. Así que interpretamos el encargo como la petición de
intentar cruzar los dos tipos existentes, de imaginar un tipo con nuevas
propiedades. Nuestra disposición contenía cuatro cuadrantes independientes,
quedando el bloque de celdas situado no solamente en la parte interior
(cruciforme) sino también en la parte exterior (circular). Un elemento
adicional fue el que las áreas exteriores, normalmente situadas entre el
edificio y el muro, se situaran en la cubierta. Alternar estas variables
proporciona una amplia gama de nuevas posibilidades de organización. Además,
esta disposición solo requiere un tercio del terreno, lo que posibilita erigir
de nuevo una prisión, en tanto que edificio monumental, en un entorno urbano.
CUATRO
La cuarta
forma de aprovecharse de la pereza conduce a la metodología de las matemáticas
esculturales.
El proceso de diseño más agotador es aquel en
el que cada versión requiere una decisión consciente. Así que convertimos en práctica
habitual el empezar con un concepto básico matemático simple, dentro del cual
se debe organizar el programa. Una vez que este concepto básico ha sido
correctamente planteado nos puede guiar a través de todo el proceso.
Encorsetados dentro de esta poderosa capa de racionalidad somos libres de hacer
cosas completamente irracionales. Este es un acuerdo muy valioso para el
arquitecto, capaz de hacer más o menos lo que quiera, puesto que la intuición y
el gusto no necesitan justificación.
El diseño de la parcela 26 del Festival de la
Vivienda de La Haya es un ejemplo de este planeamiento. Dentro del envoltorio
prescrito de 25x28 metros, diseñamos un simple bloque de cuatro crujías con
zonas separadas para tráfico, áreas de servicio, áreas de estar y áreas
exteriores. Seguidamente arrancamos fragmentos del bloque, usando maquetas,
hasta que conseguimos una masa escultórica atractiva. Estas operaciones
producen automáticamente una gama de unidades diferentes, ya que con cada
fragmento extraído se generaba un tipo variable – un dúplex, un ático, un
estudio, etc. –. La planta baja básica solo se respetaba en un nivel: los otros
diez niveles restantes resultaban diferentes. También obviamos el principio de
construir una fachada como composición de espacios de ventana. En su lugar
dibujamos una piel neutra alrededor del bloque, una especie de papel pintado
estampado. Los elementos compositivos clásicos en la edificación residencial
holandesa – la ventana de la cocina y el balcón – fueron reemplazados por una
única ventana, repetida sin fin. Después, toda la composición fue hecha al
nivel del edificio como un todo, incrementado su efecto dramático.
Se aplico el mismo principio en varios de los
proyectos antes descritos. Una organización matemática simple del programa de
crujías (Sittard), bandas (Gante) o cuadrantes (la Penitenciaria) proporciono
una base estrictamente neutral. El siguiente paso fue trabajar el diseño de una
manera arbitraria y formal, haciendo uso de la intuición y el gusto. En Gante
la eliminación de partes del volumen produjo bloques escultóricos singulares,
una gama diferente de tipos de vivienda, y en los huecos, espaciosos jardines
de cubierta. En Sittard un imaginativo paisaje de cubierta, con amplios áticos,
fue posible por dejar las crujías aleatoriamente retranqueadas o
sobresalientes. En la prisión fue posible desarrollar una serie que permitiera
dar a cada edificio su propio carácter individual, ajustado a las
circunstancias específicas, permaneciendo dentro de un sistema estandarizado.
La utilización de este método da como resultado una diversidad no forzada, un
marcado carácter y un sistema sencillo.
Y CINCO
La pereza
obligada aplica el ingenio.
Hoy en
día, cualquier encargo de un edificio grande viene acompañado de un grueso
libro en el que se especifica el programa hasta el último detalle. Se
proporcionan detalles de cómo debe ser de larga, ancha, alta, cálida, húmeda,
aireada, luminosa u oscura cada habitación, de cómo debe oler, sonar o que
impresión debe dar, o como se deben disponer las mesas y sillas. El resultado
es que el espacio útil queda absolutamente establecido, y no resulta extraño
encontrarse con que el 66% del edificio apenas requiere algún esfuerzo de
diseño añadido. Pero el edificio tendrá también un 33% más de espacio “tara”,
un espacio sin especificar. Este “espacio tara”, es el único en el que el
arquitecto tiene alguna libertad: la ausencia de cualquier especificación le
ofrece la oportunidad de emplear su propia inteligencia.
El diseño del edificio Minnaert, un edificio
en la Universidad de Ultrecht, se basa en la idea de reunir todo el “espacio
tara” en un único elemento poderoso, capaz de aguantar todo el edificio. Si la
planta clásica de un edificio educativo se interpreta como una sección
transversal, entonces, en lugar de un laberinto de pasillos tendríamos un único
gran vestíbulo, situado como un piano nobile en la cubierta de las salas
de lectura. Puesto que no hay requerimiento alguno que este vestíbulo tenga que
satisfacer, puede ser frío en invierno, ventoso en verano, y la cubierta puede
verter su contenido en un mismo centro. Todo el agua de lluvia fluye por la
cubierta hasta enormes bajantes y chorrea sobre el piso inclinado del
vestíbulo, formando un estanque que proporciona al vestíbulo flujo y reflujo,
en consonancia con el ritmo de las estaciones de lluvia. Chimeneas de luz solar
se desprenden por las bajantes, siguiendo las horas del día. El vestíbulo y el
estanque constituyen un elemento arquitectónico e iconográfico poderoso, pero
tiene un efecto adicional. Las estrictas normativas holandesas sobre el
aislamiento han desembocado en la paradójica situación de que hoy en día los
edificios apenas requieran calefacción, pero si demandan constantemente una
refrigeración que consume energía, porque el calor generado por las luminarias,
la gente y los ordenadores, ya ni es capaz de escapar. En el edificio Minnaert
este calor es transportado vía techos refrigerados hasta el agua de lluvia
almacenada, lo que aumenta a temperatura del agua dos grados al día. Por la
noche el agua es dirigida de vuelta a la cubierta, donde irradia su calor libre
de carga a un universo frío (-275º c). De esta manera el edificio actúa como su
propio sistema de control climático. El sistema de aire acondicionado – que
normalmente acapara un tercio del presupuesto de edificación y se esconde por
encima de un falso techo - , vuelve a ser una parte literal y metafórica de la
masa arquitectónica.
El primer paso en el diseño de la nueva sede
bancaria del ABN-AMOR en la carretera de circunvalación de Ámsterdam fue
aplicar el método de las matemáticas esculturales. El programa, de cien mil
metros cuadrados, se apila en treinta niveles, uno encima de otro, para hacer
una torre de cien metros de altura. Al demandar el programa estancias de
profundidades variables, el resultado fue una fantástica masa de edificio
escultórica, con nichos y salientes. La siguiente etapa fue colocar una campana
de vidrio sobre esta masa. El espacio vacío entre el vidrio y el volumen
proporcionan un 30% mas de espacio por el mismo precio, espacio que no requiere
el programa y, por lo tanto, no sujeto a las especificaciones de detalle. Este
espacio bonus puede ser utilizado de varias formas diferentes. Este espacio
esta situado entre las oficinas y el mundo exterior, proporcionando las plazas
semi-publicas, los jardines y las calles de la ciudad vertical, y conectándoles
unos con otros por un sistema de ascensores, escaleras y escaleras mecánicas.
Los distintos tamaños, alturas y disposiciones de estos vacíos dan carácter e
identidad a los pisos de oficinas, de lo contrario monótonos. La concha
exterior protege contra el viento, la lluvia y el ruido del trafico, generando
un clima mediterráneo variable dentro de los vacíos (12º/25º C), como un jardín
de invierno. Las torres pueden por supuesto ser ventiladas, porque las ventanas
de las oficinas se abren al vacío, permitiendo que el aire sea extraído del
edificio por efecto chimenea. Se esta la costosa maquinaria de aire
acondicionado, y la cantidad de CO2 descargada por el edificio se reduce un
50%. Aquí, de nuevo, el uso de espacio sin programa conduce al poder
iconográfico, la simplicidad técnica y la durabilidad.
CONCLUSIÓN
Espero
que el principio de la pereza, como acertada estrategia de diseño, haya quedado
suficientemente demostrado por estos proyectos. A pesar de su eficacia como
método, tiene una gran desventaja: requiere mucho esfuerzo.
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